sábado, agosto 29, 2009


Las cosas que amamos carecen de lenguaje.
Desaparecen como si nada; numerarlas es un acto sin sentido.
No hay propósito.
Sólo una serie de acontecimientos que suceden
y se suceden.

Las palabras apenas sirven para decir aquello que se ve y no aquello de lo que se habla
Federico Schopf.
Que tener nombre compuesto da cierta geometría,
que besarte implica sitios y circulaciones, donde no se justifica el accionar, sino la causa.
Para esos sensibles estados de conciencia que seguramente
pasarían al olvido de no ser ahora,
texto
sobre
texto.

He venido a comprender.
De tanto masticar que en nuestro álbum fotográfico, y nuestra historia recortada en trazos, hay una especie de verdad inscrita;
te quise desde el primer momento, desde que supe que estarías escribiéndome despacio en alguna parte, y te leí repetidas veces con el miedo de saberte mí -
(nótese y anótese una ''o'' final como pequeña confesión).

viernes, agosto 21, 2009

''(...)Saberte lejos de ti mismo
oírte
primero despacito decir que sí
decir sí quiero
comunicarlo luego al mundo
con un orgullo enajenado.''

Importa que te vea en los tic tac infinitos incrustados al cuerpo.
Que olvide mencionarte en la mañana de las horas no contadas ayer.
No importa que hoy sea demasiado pronto
y este tiempo
tan nuestro
perdido en las casualidades.

Todo lo encuentras


Y yo no tengo más que este infierno, como palabras acaecidas con el tiempo, inminentemente desvanecidas, rápidas, fugaces. Cuán tardío fue el presente que tanto espacio llamé pasado y ahora trae inabarcablemente anécdotas insufribles.

Secuencias suplantables ni siquiera en líneas paralelas, sólo recortables por la censura tosca, oportunista -y frágil despues de todo- de la conciencia.