Logré transparentar obscenidades literarias, rompí diálogos esquematizados, monológicamente cronometrados.
Conocí el amor, la muerte, pero aún rechazo abiertamente el perdón como el rencor. No está permitido perdonar, pues nunca es necesario- y útil, considero- disculparse ni esperar disculpas.Sólo olvídalo, olvídate.Si ya está hecho, move on. Es más fácil nunca enojarse.
He abierto los ojos y nunca
nunca más quiero cerrarlos.