miércoles, octubre 07, 2009

Me plasmo en textos circunscritos a recuerdos, en una codependencia fantástica, como si las palabras cobrasen vida y pudiera hallarlas frente a mí y saber qué sienten al ser representadas.
(Las palabras tienen demasiada carga)

Empuño la mano, rozo el codo, afilo mis dientes, muerdo conjeturas, y ahí es donde todo parece concordar en sutilísimos enlaces de ideas desbaratadas e incomprensibles, sosegadas por el hecho de saberme en soliloquios, que supuestos conceptuales intentarían descifrar, con certeza científica, mas sin la emotividad necesaria para distinguir en qué punto dejé que mis palabras carcomieran mis deseos y, hallábame en piloto automático traspasando caracteres que sólo entendería un par de clicks después.




Para escribir con gracia hay que ser prisioneros.

{+ o no tengo gracia o soy presa del miedo}.

Circunvalaciones rutinarias

No recuerdo la pregunta capciosa que olvidé, si me tomé el té de la mañana o se enfrió. Ni siquiera recuerdo cómo llegué a esto, pero sí: recuerdo que te vi, me viste. ..Y caí en ese profundo vaivén de ires y venires donde lo primordial pasa a ser punto aparte.

viernes, septiembre 25, 2009

Abreviatura (cómo ser feliz siendo feliz)

Que dirijo mis pasos hacia el mismo eje incorrompible de la conciencia: nada pasa por azar.
Logré transparentar obscenidades literarias, rompí diálogos esquematizados, monológicamente cronometrados.
Conocí el amor, la muerte, pero aún rechazo abiertamente el perdón como el rencor. No está permitido perdonar, pues nunca es necesario- y útil, considero- disculparse ni esperar disculpas.
Sólo olvídalo, olvídate.Si ya está hecho, move on. Es más fácil nunca enojarse.
He abierto los ojos y nunca
nunca más quiero cerrarlos.

sábado, agosto 29, 2009


Las cosas que amamos carecen de lenguaje.
Desaparecen como si nada; numerarlas es un acto sin sentido.
No hay propósito.
Sólo una serie de acontecimientos que suceden
y se suceden.

Las palabras apenas sirven para decir aquello que se ve y no aquello de lo que se habla
Federico Schopf.
Que tener nombre compuesto da cierta geometría,
que besarte implica sitios y circulaciones, donde no se justifica el accionar, sino la causa.
Para esos sensibles estados de conciencia que seguramente
pasarían al olvido de no ser ahora,
texto
sobre
texto.

He venido a comprender.
De tanto masticar que en nuestro álbum fotográfico, y nuestra historia recortada en trazos, hay una especie de verdad inscrita;
te quise desde el primer momento, desde que supe que estarías escribiéndome despacio en alguna parte, y te leí repetidas veces con el miedo de saberte mí -
(nótese y anótese una ''o'' final como pequeña confesión).

viernes, agosto 21, 2009

''(...)Saberte lejos de ti mismo
oírte
primero despacito decir que sí
decir sí quiero
comunicarlo luego al mundo
con un orgullo enajenado.''

Importa que te vea en los tic tac infinitos incrustados al cuerpo.
Que olvide mencionarte en la mañana de las horas no contadas ayer.
No importa que hoy sea demasiado pronto
y este tiempo
tan nuestro
perdido en las casualidades.

Todo lo encuentras


Y yo no tengo más que este infierno, como palabras acaecidas con el tiempo, inminentemente desvanecidas, rápidas, fugaces. Cuán tardío fue el presente que tanto espacio llamé pasado y ahora trae inabarcablemente anécdotas insufribles.

Secuencias suplantables ni siquiera en líneas paralelas, sólo recortables por la censura tosca, oportunista -y frágil despues de todo- de la conciencia.

miércoles, junio 24, 2009

p a r t i r

Abrázame con manos agrias, para entender
que no somos más que fragmentos traspasados en el tiempo
que volvemos o que nunca nos fuimos,
que perecemos, mas nunca morimos
(completamente).

Cuando miro en el silencio, todo somos, pero es la luz del quizá la que ilumina hasta las noches, y ahí es cuando estamos sin hablarnos y sentimos sin decir. Se saben esas palabras inútiles que no dirás y aquellos gestos inermes que me esforzaré en demorar.

Quiere sentirse menos viva
hay nada por decir.

Somos payasos tristes




Somos payaso con estéreo, olvidados en algún rincón desgreñado de verdad. Nosotros fuimos los que hicimos los semáforos con forma de chubi y construimos la casa del cuento de Hansel y Gretel. Esos que crean, de allá somos.

Si nos encuentra de marcha cesante por la ciudad, no nos abuchee. No imaginamos que la lluvia podría arruinar los semáforos, la casa engolosinada, nuestra fama y ese estómago a medio traer que hoy suena como un aplauso.

sábado, abril 04, 2009

Días agregados

No podría imaginarse jamás de otra manera. Sin saberlo, fue cayendo LENTO pero cruel...
Todo se marcha, todo nos deja seguir.
Puedo hablarte de cómo cambié, de cómo ya no sería el mismo cd tan escuchado, tan alejado. Pero prefiero que notes que sigo igual, que aquello que conoces son pedazos inalienables de , atmósferas distintas del mismo lugar, de tantos que ya no existen porque ya no somos.
Puedo contarte cómo aprendí a fingir que NO.
Y no sabes cuánto.

martes, marzo 31, 2009

Como cuando no

Tenía que saber decir a d i ó s, porque no eran sólo palabras sin eco, sino que eco sin palabras, como un grito ahogado que, quizá por quién, quién sabe qué, no pudo decirse.
Se oía, se sabía, mas era necesario volver, para quedarse, para retractarse, para que no hubiese más algo que decir, para conocer el FIN del libro y no volverlo a abrir.